Mujer histérica 0
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Mujer contra escaleras mecánicas
Mujer histérica 0
Golazo de chilena Futsal
Periodista Encesta de espalda
Un solo tipo peleando contra una pandilla
martes, 22 de noviembre de 2011
Reportero idiota destruye escultura
Cargada increible
Aleman se limpia las manos con orina
lunes, 21 de noviembre de 2011
Como divertirse con una escalera mecánica
Celebración de pelotudos
Gordo desagradable en bolas en casamiento
Rusos lunáticos
jueves, 17 de noviembre de 2011
Periodista atropellado por caballos!
Baile sexi termina muy mal
Mujer al pozo
Musulmanes locos
Modelos huecas se caen en pasarella
Mujer totalmente desquiciada
Knockout a pendeja
Nene con el corazon roto
domingo, 13 de noviembre de 2011
Festejo con inodoro
Novia sin dientes
A quien le ganaste Cabrol?
sábado, 12 de noviembre de 2011
Robo salvaje
Arquero vivo
Barra ¿brava? contra policia
jueves, 10 de noviembre de 2011
Penal raro
Maddona sexi
Despues criticamos cuando usan Photoshop, pero cuando ves a los famosos realmente como son, deseas que lo usen
Breakdance imposible!!
Maradona a las piñas
Salto trampolin
martes, 8 de noviembre de 2011
Tremendo idiota
3 Funerales exóticos
Hunter S. Thompson (21 de febrero, 2005), propulsor en Estados Unidos del periodismo, conocido como "gonzo", pidió que sus restos fueran disparados por un cañón pagado por su amigo Johnny Depp. Su muerte no fue una sorpresa, pues el escritor había tenido previo a su suicido, fuertes problemas de salud. Sus cenizas fueron disparadas desde una torre de 45 metros de altura en cuya cima había un puño rojo con dos pulgares, el símbolo de su periodismo.
Tupac Shakur (13 de septiembre, 1996), artista extravagante, como casi todos, pidió que tras su muerte, un grupo le rindiera tributo y así fue hecho en un video difundido por miembros de Young Outlawz quienes dijeron que mezclaron los restos de Shakur con marihuana y la fumaron. No obstante, su familia dijo que hacer eso habría sido difícil, ya que los restos estaban resguardados en un lugar santo.
Frank Sinatra, (14 de mayo, 1998), tuvo un funeral tradicional católico pero con una chispa de originalidad. En su ataúd se introdujo una botella de whiskey, un encendedor Zippo y 10 centavos, dicen que en caso de que el gran cantante necesitara llamar del más allá, no tuviera problemas. También en su lápida podía leerse la frase: "lo mejor está por venir".
Train skate
Político dormidisimo
Gol de alcanzapelotas
lunes, 7 de noviembre de 2011
Caida dolorosa por escalera
Dave Grohl (foo fighters) se enoja
Presidente checo cn las manos en la masa
Tremenda pelea de políticos en Ucrania
Después dicen que los políticos argentinos son un desastre, miren lo que son estos!!
domingo, 6 de noviembre de 2011
hockey knock out
5 en una moto!
José María (showmatch)
jueves, 3 de noviembre de 2011
Peligro! mujeres al volante
Roy Sullivan, un hombre "atrayente"
Lo
que le sucedió al bueno de Roy Sullivan, que figura en el Guinness de
los récords por ser la persona quemás veces ha recibido el impacto de
un rayo y que, curiosamente, no murió por esta causa. En realidad, su encuentro con rayos aumenta hasta en 9 ocasiones, pero en dos de ellas
no fue él quien lo recibió, sino la persona que se encontraba a su lado.
Roy Sullivan nació en un pequeño pueblo de Virginia en 1912. No tardaría mucho en tener su primera experiencia con los rayos puesto que, con corta edad, mientras se encontraba en el campo trabajando con su padre, éste recibió un rayo que impactó en la hoz que usaba para segar el trigo. En esta ocasión no les sucedió nada grave a ninguno de los dos.
En 1942, Sullivan trabajaba como Guarda bosques en el Parque Nacional de Shenandoah, en Virgina. Estando en la torre de vigilancia, se desencadenó una tormenta eléctrica y Roy recibió un rayo que entró por su pierna y salió por el dedo gordo de su pie.
Tras un par de décadas de descanso, en 1969, mientras conducía su camioneta descapotable le cayó otro rayo que, aparte de chamuscar sus cejas le hizo perder el conocimiento y accidentarse, aunque no fue demasiado grave la cosa. A partir de aquí, ya fue el no parar.
Un año después, en 1970, cuando se encontraba en la puerta de su casa, se vio de nuevo alcanzado por otro rayo que le provocó quemaduras en un hombro.
En 1972, estando Roy trabajando en la oficina de los Guardabosques, un rayó entró por una de las ventanas y le chamuscó literalmente todo el pelo.
Todavía el pelo no le había crecido del todo y, de nuevo, en 1973 otro rayo le alcanzó mientras conducía y volvió a quemarle toda la cabellera. En esta ocasión Roy iba preparado y pudo apagar el fuego con el agua de una cantimplora que se acostumbró a llevar siempre encima por si las moscas.
Otro rayo, de nuevo, cayó sobre él cuando se encontraba paseando por el campo junto a su esposa en 1974, cuando comenzó a formarse la tormenta, Roy echó a correr para librar a su mujer del impacto. En este caso, el rayo impactó en uno de sus tobillos.
Finalmente, en 1977, mientras se encontraba pescando en un lago, otro rayo impactó sobre él y en este caso, si que tuvo que ser hospitalizado con graves quemaduras en pecho, estómago y piernas.
Roy Sullivan cayó en una tremenda depresión. En el lugar se conocía como “El hombre pararrayos” y, como es lógico, nadie quería estar demasiado cerca de este hombre tan electrizante. La gota que colmó el vaso fue un último rayo que impactó en el tendedero mientras su esposa tendía la ropa en casa. Hasta su mujer acabó por alejarse de él, y Roy acabó suicidándose con su arma reglamentaria en 1983. A día de hoy se desconoce el motivo del porqué algunas personas como Roy Sullivan atraen de este modo a los rayos.
Roy Sullivan nació en un pequeño pueblo de Virginia en 1912. No tardaría mucho en tener su primera experiencia con los rayos puesto que, con corta edad, mientras se encontraba en el campo trabajando con su padre, éste recibió un rayo que impactó en la hoz que usaba para segar el trigo. En esta ocasión no les sucedió nada grave a ninguno de los dos.
En 1942, Sullivan trabajaba como Guarda bosques en el Parque Nacional de Shenandoah, en Virgina. Estando en la torre de vigilancia, se desencadenó una tormenta eléctrica y Roy recibió un rayo que entró por su pierna y salió por el dedo gordo de su pie.
Tras un par de décadas de descanso, en 1969, mientras conducía su camioneta descapotable le cayó otro rayo que, aparte de chamuscar sus cejas le hizo perder el conocimiento y accidentarse, aunque no fue demasiado grave la cosa. A partir de aquí, ya fue el no parar.
Un año después, en 1970, cuando se encontraba en la puerta de su casa, se vio de nuevo alcanzado por otro rayo que le provocó quemaduras en un hombro.
En 1972, estando Roy trabajando en la oficina de los Guardabosques, un rayó entró por una de las ventanas y le chamuscó literalmente todo el pelo.
Todavía el pelo no le había crecido del todo y, de nuevo, en 1973 otro rayo le alcanzó mientras conducía y volvió a quemarle toda la cabellera. En esta ocasión Roy iba preparado y pudo apagar el fuego con el agua de una cantimplora que se acostumbró a llevar siempre encima por si las moscas.
Otro rayo, de nuevo, cayó sobre él cuando se encontraba paseando por el campo junto a su esposa en 1974, cuando comenzó a formarse la tormenta, Roy echó a correr para librar a su mujer del impacto. En este caso, el rayo impactó en uno de sus tobillos.
Finalmente, en 1977, mientras se encontraba pescando en un lago, otro rayo impactó sobre él y en este caso, si que tuvo que ser hospitalizado con graves quemaduras en pecho, estómago y piernas.
Roy Sullivan cayó en una tremenda depresión. En el lugar se conocía como “El hombre pararrayos” y, como es lógico, nadie quería estar demasiado cerca de este hombre tan electrizante. La gota que colmó el vaso fue un último rayo que impactó en el tendedero mientras su esposa tendía la ropa en casa. Hasta su mujer acabó por alejarse de él, y Roy acabó suicidándose con su arma reglamentaria en 1983. A día de hoy se desconoce el motivo del porqué algunas personas como Roy Sullivan atraen de este modo a los rayos.
Jugador poseido
Patada asesina
miércoles, 2 de noviembre de 2011
CR7
Cogidas de toros
Novia despreocupada
martes, 1 de noviembre de 2011
ouchh
Penal raro
Secuestro de Walter Collins
El 10 de marzo de 1928 el niño Walter Collins desapareció de su domicilio en Los Ángeles, California. Su madre, Christine Collins, se había ausentado para cubrir horas extras en su empleo. Cuando regresó, lo buscó en el barrio y luego acudió al Departamento de Policía. Éste, al estar muy desprestigiado por su corrupción, consideró que el caso podría afectar su imagen, y a los pocos días informó a la madre que el pequeño había aparecido. Pero Christine se sintió desconcertada al encontrarse con el niño: no era su hijo.
Entonces regresó a la policía para reportar que el niño era un impostor. Las autoridades hicieron caso omiso y cuando ella insistió sobornaron a un psiquiatra para que le diagnosticara una enfermedad mental. Fue internada en el pabellón psiquiátrico del Hospital General del Condado de Los Ángeles y allí permaneció diez días. Salió de la institución al descubrirse que todo era un ardid de la policía. El impostor Arthur Hutchins hizo una breve declaración escrita: “No soy Walter Collins. Lo dije porque quería estar en las películas de Hollywood“.
El destino del verdadero Walter nunca se supo. Aunque se le cuenta entre las víctimas de los ‘Crímenes de Wineville‘ (los homicidios cometidos en Los Ángeles entre 1928 y 1930 por el psicópata Gordon Stewart Northcott), éste nunca aceptó haberlo matado y sus restos no estaban en la granja donde fueron hallados los despojos de las víctimas.
La bella durmiente
Louisa Ball llegaba dormir hasta 10 días por causa de una enfermedad. Es una joven de 15 años, que tiene una extraña condición llamada el síndrome de Kleine-Levin que ella no puede controlar.
Los padres de Ball, en un reportaje del sitio inglés Daily Mail, explicaron que todo comenzó con un simple refrío que la dejó debilitada, fue en octubre de 2008. Estuvo enferma una semana, luego no se recuperaría, hasta que dieron con el punto justo de la medicación.
Louisa desarrolló el síndrome de Kleine–Levin, conocido como La Bella Durmiente, que le impide estar despierta, llegando a tener días de sueño, caminar sonámbula, y hasta habla sin despertar.
Se quedaba dormida en el colegio, balbuceaba palabras sin sentido, explica la madre. La enfermedad se fue incrementando, sobre finales de 2008 dormía 22 horas sin parar, la despertaban para que comiera y haga sus necesidades, pero todo al final se tornó insoportable por lo que la llevaron al hospital local, en Worthing, Inglaterra.
Su padre, Richard dijo que después de dormir una semana o más, se despertaba y no podía acordarse de nada, parecía sonámbula.
Ball fue derivada al hospital de San Jorge, donde los médicos intentaron explicar su enfermedad al relacionar el síndrome con el mal funcionamiento del hipotálamo. Louisa Ball ha logrado normalizar a partir de la medicación, logrando ser normal durante la última semana.
Los padres de Ball, en un reportaje del sitio inglés Daily Mail, explicaron que todo comenzó con un simple refrío que la dejó debilitada, fue en octubre de 2008. Estuvo enferma una semana, luego no se recuperaría, hasta que dieron con el punto justo de la medicación.
Louisa desarrolló el síndrome de Kleine–Levin, conocido como La Bella Durmiente, que le impide estar despierta, llegando a tener días de sueño, caminar sonámbula, y hasta habla sin despertar.
Se quedaba dormida en el colegio, balbuceaba palabras sin sentido, explica la madre. La enfermedad se fue incrementando, sobre finales de 2008 dormía 22 horas sin parar, la despertaban para que comiera y haga sus necesidades, pero todo al final se tornó insoportable por lo que la llevaron al hospital local, en Worthing, Inglaterra.
Su padre, Richard dijo que después de dormir una semana o más, se despertaba y no podía acordarse de nada, parecía sonámbula.
Ball fue derivada al hospital de San Jorge, donde los médicos intentaron explicar su enfermedad al relacionar el síndrome con el mal funcionamiento del hipotálamo. Louisa Ball ha logrado normalizar a partir de la medicación, logrando ser normal durante la última semana.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)